«Passivhaus», qué de palabrejas se escuchan últimamente por ahí, ¿verdad?
Lo cierto es que suelen ser bastante sencillas cuando entendemos su significado. Esto mismo pasa con el concepto “Passivhaus”, el estándar de construcción de viviendas bajo el cual se está edificando Casa SiempreViva.
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Como te contábamos en este post, llegamos a la filosofía Passivhaus buscando la forma más coherente y sostenible de vivir.
En nuestra búsqueda descubrimos que, más que pensar en materiales o estilos de construcción (de los que te hablaremos más adelante), debíamos empezar por el aislamiento. Esta forma de pensar y construir tiene un nombre y, como muchas de las mejores cosas de la vida, nació de una conversación:
Todo comenzó en mayo del 88. Los profesores Bo Adamson de la Lund University, Suecia, y Wolfgang Feist del Instituto de Vivienda y Medio Ambiente andaban debatiendo sobre la relación entre la vivienda y el medio ambiente. ¿Sería posible construir viviendas más sostenibles para el ser humano y su entorno?
De esta conversación derivaron numerosas investigaciones: ambos profesores intuían que otra forma de habitar era posible.
Solo dos años más tarde se construyó en Darmstadt, Alemania, el primer edificio bajo el estándar de Passivhaus. Sí, estos alemanes no perdieron el tiempo ¡y nosotros se lo agradecemos!
Pero dejémonos de historias, Passivhaus es esto:
El estándar Passivhaus busca construir espacios con el fin de lograr el mayor confort y eficiencia energética posible. Sus criterios de diseño permiten aprovechar la luz solar durante todo el año, disipando el calor en verano y absorbiendolo en invierno.
¡Atención, spoiler!: El secreto está en el aislamiento. Solo de este modo se logra esa especie de “microclima” agradable y limpio.
El Estándar también especifica la utilización de filtros que mantienen la temperatura y pureza del aire, pero en Casa SiempreViva hemos dado un paso más empleando filtros que purifican el aire limpiándolo de micropartículas y olores. De esta forma, creamos un ambiente agradable y seguro también para personas con Sensibilidad Química Múltiple.
Como te contábamos en este apartado, la mayor inspiración para construir Casa SiempreViva la encontramos en nuestros viajes alrededor del mundo.
Todo lo que nos hubiese gustado mejorar en cada hotel que hemos visitado lo hemos implementado en Casa SiempreViva.
Investigando certificaciones, diseños y construcciones, dimos finalmente con Passivhaus. Era la certificación que mejor encajaba con nuestro concepto de sostenibilidad y ecología.
Ahora sí, estábamos listos para poner los cimientos de nuestro sueño.
Imagina la siguiente situación: Entras en Casa SiempreViva. La temperatura es agradable, sientes que el aire es puro, limpio. No hay olores extraños y esos enormes ventanales están bien cerrados.
Los días pasan y ¡esos ventanales siguen cerrados! Cada día. Cada hora. Pero sorprendentemente la temperatura sigue siendo ideal.
¿Olores? Los que hallarás en el jardín, porque dentro de la casa ¡nada de nada!
Espera, hay algo más… ¿Cómo es que los cristales son algo oscuros y aún así la casa es luminosa?
Querido amigo, bienvenido a Passivhaus.
Y ya que nos hemos sumergido de lleno en esta aventura, hemos querido ponerle la guinda a pastel con:
Y algunos toppings más que iremos desvelando poco a poco.
Conclusión: Passivhaus es un estándar de construcción basado en un buen aislamiento gracias al cual se consigue disminuir hasta un 75% las necesidades energéticas de un edificio. De este modo, se mantiene una temperatura alrededor de los 20º durante todo el año.
Además, en Casa SiempreViva hemos querido “rizar el rizo” llevando la sostenibiidad y la ecología más allá del estándar de Passivhaus para ofrecer aún más confort, coherencia y sobre todo ¡felicidad!
Esperamos que hayas disfrutado con este artículo y que te hayas contagiado, aunque sea un poco, del entusiasmo por el diseño sostenible.
Un fuerte abrazo,
Mayte y Javier.